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viernes, 30 de diciembre de 2011

AMISTAD

Quiero hacer públicamente un reconocimiento a la amistad mantenida desde siempre y hasta siempre con mis hermanas del alma y, por supuesto, amigas: Elia, Isa, Ani, Toñi y Flory. Y darles las gracias y pedirles perdón por aguantar mis capulladas y mis gilipolleces...
Asimismo, le deseo lo mejor a Cristina. Me siento afortunada por tener lo que tengo. AMIGAS: OS DESEO LO MEJOR PARA EL 2012.
Aquí dejo un enlace:
Muchos besos para todos mis amigos.

CUESTIÓN DE EDUCACIÓN.

En esta vida todo se aprende y, por desgracia, antes y más, lo malo que lo bueno. Este enlace lo he cogido de mi amiga Bárbara, es muy explícito y no necesita ningún tipo de explicación.
www.youtube.com

ES UN "REFLEJO DE LA SOCIEDAD".

Esta es la frase preferida, favorita y recurrente de mis amigas Isa y Puri ( EN LOS MOMENTOS DIFÍCILES, ellas saben a qué me refiero lo mismo que yo). Y en realidad, es una frase que se puede aplicar en cualquier momento y circunstancia, puesto que todo depende de la sociedad en la que estamos inmersos y de la capacidad que tengamos, como personas, de "adaptarnos" al mundo en el que vivimos. En verdad esto es una forma de nombrar a mis dos amigas, por cierto me faltaba, que ya no, mi amiga Conchi. Besos para las tres.

jueves, 29 de diciembre de 2011

EL MEJOR AMIGO, UN LIBRO.

Como me ha recordado mi amiga Bárbara: siempre nos decían "el mejor amigo, un libro", pero yo sigo pensando que un libro es un complemento muy importante, pero por encima están las personas y las vivencias personales, las interrelaciones, en fin... la amistad, que es muy importante en la vida. Y, por supuesto, compartiendo lecturas...

Aquí dejo unos enlaces, creo que bastante buenos...










miércoles, 28 de diciembre de 2011

"Profesores", artículo de Elvira Lindo‏

La educación es uno de los pilares básicos de la sociedad, el más importante.

Breve y acertado

Opera en el Mercado


En un mercado de Valencia..... *Un día cualquiera de mercado, la música empieza a sonar entre los puestos de frutas y verduras.
Fragmentos de la Traviata de Verdi interpretados en pleno Mercado Central de Valencia.
Los rostros de los compradores, asombrados ante la magia del arte, hacen que recuperemos la confianza en el buen gusto.
El gusto por la buena fruta, la verdura, el champán, la música y la vida. ¡Disfrútalo!*

http://www.youtube.com/watch?v=Ds8ryWd5aFw

Proverbio árabe

“La simplicidad es un tesoro infinito,
conténtate con lo que tienes".







 

























martes, 27 de diciembre de 2011

DOCENTES

MIGUEL  ÁNGEL SANTOS GUERRA 

Mañana, día 5 de octubre, se celebra el Día Mundial de los Docentes. En el año 1993, la Internacional de Educación (IE) y la UNESCO tuvieron la feliz idea de dedicar un día a subrayar la importancia que tienen en la sociedad los profesionales que se dedican a la educación en cualquiera de sus niveles. Ya sé que dedicar un día a una conmemoración puede llevar a pensar que en el resto de los días del año, no cabe hacer lo mismo. Yo creo que es bueno llamar la atención sobre el decisivo papel que tienen los docentes y las docentes en la tarea de hacer progresar a las personas y a las sociedades. “La historia de la humanidad es una larga carrera entre la educación y la catástrofe”, decía Herbert Wells.
¿Merece la pena ser profesor hoy? Sí, claro que sí. No digo sólo que merezca la pena que haya profesores y profesoras, sino que merece la pena serlo. Digo que esta tarea, en sí, y hoy especialmente, es admirable, apasionante, decisiva y retadora.
Voy a plantear algunas razones por las que merece la pena ser profesor hoy (digo profesor y no maestro para incluir en el término a docentes de todos los niveles, aunque me gusta la palabra maestro) y por las que el profesor debe ser ayudado y respetado. Todas ellas se basan en la valoración de la tarea educativa que realizan.

Porque la educación es una tarea imprescindible: enunciamos problemas sangrantes de todo tipo. Buscamos soluciones en mil sitios. Y olvidamos frecuentemente la educación como medio supremo. Hacen falta, pues, profesionales (los mejores de un país) capaces de ayudar a las personas a crecer, de enseñarlas a convivir, de abrirlas el camino del bien y de la verdad.
Porque la educación es una tarea difícil (y arriesgada): consiste en trabajar con “materiales” complejísimos (concepciones, conocimientos, sentimientos, emociones, valores, ideas, creencias, expectativas…). Es difícil también porque cada persona es un mundo diferente. Y porque hoy aparecen en la cultura invitaciones potentes a recorrer caminos equivocados. Ante la dificultad puede uno reaccionar con desaliento o con dinamismo. La dificultad se puede vivir como castigo o como reto.
Porque la educación es una tarea enriquecedora para quien la recibe y para quien la realiza. No hablo de dinero (aunque no se debe olvidar esta faceta). Hablo de otro tipo de enriquecimiento. Si se pretendiese incentivar la profesión docente sólo con dinero, ¿no acudirían a ella los más avaros en lugar de los más generosos? Trabajar con seres humanos encierra una posibilidad enorme de desarrollo personal y social.
Porque la educación es una tarea colegiada: no se puede entender esta profesión desde una perspectiva individualista. Cuando se vive en solitario se consigue menos y se pasa peor. No hay niño que se resista a diez profesores que estén de acuerdo. Se trabaja con otros en el momento presente y con todos los que antes y después intervendrán en la tarea educativa.
Porque la educación es una tarea gratificante: se insiste en los problemas de la profesión, en sus facetas amargas. Se habla menos de sus dimensiones gratificantes, de sus estímulos, incomparables a los que brinda cualquier otra profesión. ¿Qué hay semejante a ese alumbramiento en el saber, en la honestidad y en la convivencia que es la tarea de educar? ¿Qué hay comparable al hecho de ayudar a que las personas sean más inteligentes, más bondadosas, más felices?
Porque la educación es una tarea histórica: los profesores constituyen eslabones silenciosos en la cadena que conduce a la humanidad hacia el progreso y la mejora. ¿Qué hubiera sido del mundo y de la historia sin los maestros? Quienes tienen conocimiento tratan de utilizarlo en su beneficio (y de esconderlo a los competidores). Sin embargo, los profesores y las profesoras forman un grupo humano que tiene por oficio compartir todo lo que saben, transmitir a otros sus conocimientos, despertar en otros el deseo de aprender.
Porque la educación es una tarea inmortal: Dice el pedagogo brasileño Rubem Alves en un hermoso libro titulado “La alegría de enseñar” “Enseñar es un ejercicio de inmortalidad. De alguna forma seguimos viviendo en aquellos cuyos ojos aprendieron a ver el mundo a través de la magia de nuestra palabra. Así, el profesor no muere nunca…”.

Por todo ello quiero hacer una llamada a los profesionales para que vivan su profesión con el compromiso, con la exigencia y con el entusiasmo que puede suscitar. Así se ganarán el respeto y la admiración del alumnado, de las familias y de la sociedad.. A los estudiantes para que, de la mano de sus maestros, se esfuercen en recorrer el camino del saber. A las autoridades para que faciliten a los docentes la formación inicial y permanente, los medidos y las condiciones necesarias para ejercer dignamente su función. A las familias y a la sociedad para que valoren, ayuden y quieran a los profesores y a las profesoras.
Comparto el hilo argumental de Manuel Rivas en un artículo titulado “Amor y odio en las aulas”: “La escuela se ha vuelto más conflictiva porque cada vez alberga más tiempo de vida, más complejidad. Es el espacio de la familia y de la relación comunitaria lo que se ha achicado. Para muchos adolescentes, la amistad, y también el odio, tiene por principal y casi única vía la puerta del colegio o del instituto. La conflictividad no es tanto un rechazo como un SOS”.
Dice el filósofo Emilio Lledó: “Enseñar es una forma de ganarse la vida pero, sobre todo, es una forma de ganar la vida de los otros”. No se gana la vida de los otros metiendo en su cabeza datos y conocimientos inertes sino enseñándoles a pensar y a convivir. “Excelente maestro es aquel que, enseñando poco, hace nacer en el alumno un deseo grande de aprender”, dice Arturo Graf.
Esta es una tarea que, arrastrada como un castigo, resulta insoportable y que, vivida con entusiasmo, resulta apasionante. Para vivirla con alegría hay que tener sobre ella un conocimiento especializado y amarla profundamente. Hay, sobre todo, que amar a los alumnos. Esta es una tarea de cabeza y de corazón. Los alumnos tienen un radar que les permite saber qué profesores y profesoras se preocupan de verdad por ellos. El título de un reciente libro noruego dice que los alumnos aprenden de aquellos profesores a los que aman.

La música al alcance de la mano...

TODAS LAS CANCIONES QUE TE APETEZCAN ,
PINCHAS EN LAS LETRAS Y LUEGO EN EL AUTOR QUE PREFIERAS Y LA CANCION
A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z 0...9

No puedo crecer por ti

Publicado por Miguel Ángel Santos Guerra  | 9 Enero, 2010

Cada persona tiene que madurar y crecer a través de su propio esfuerzo. Nadie puede suplir a otro en la tarea de su maduración. Los demás pueden ayudar, aconsejar, aplaudir, pero no pueden reemplazar a nadie en lo que cada persona tiene que hacer. Hay que regar el árbol, abonarlo y podarlo, pero es el árbol quien tiene que crecer. Y, por cierto, hace muy poco ruido cuando crece. No se puede tirar de las ramas hacia arriba para que lo haga. Los agentes externos facilitan, propician ayudan, pero no crecen por él.

Suelo aplicar a la educación una metáfora que Neruda dedica al amor. Amar (educar) es hacer con las personas lo que la primavera hace con los cerezos. La primera crea las condiciones pero es el árbol el que crece. el que florece, el que da frutos. Es necesaria la primavera, pero ella sola no hace que el árbol se desarrolle. En plena primavera hay árboles que se atrofian, que acaban muriendo.

Reivindico aquí la autonomía del ser humano para llegar a ser lo que realmente quiere ser, dentro de sus posibilidades genéticas, dentro de sus potencialidades, en el marco del contexto que elige. Reivindico su derecho a desarrollar al máximo y de forma autónoma sus potencialidades.

Lo que los hijos y alumnos nos dicen a los adultos es lo siguiente: “Ayúdame a hacerlo sólo”. De lo que se trata no es de que los alumnos y los hijos piensen como nosotros sino de que piensen por sí mismos. Lo que se pretende no es que decidan lo que nosotros queremos sino que aprendan a decidir por sí mismos.

La indoctrinación se diferencia de la educación en que no deja un margen a la libertad del individuo. Impone los valores a la fuerza. Y un valor que se impone a la fuerza deja de ser un valor. La educación propone, sugiere, explica, pero respeta la libertad del educando. De ahí la importancia de la libertad y de la responsabilidad que de ella se deriva. No es cierto que hasta que no tengan responsabilidad no se les puede conceder libertad sino que mientras no ejerciten la libertad no pueden adquirir responsabilidad. (Tengo que matizar lo que he dicho. Porque he hablado de conceder libertad. Sería más preciso hablar de devolver la libertad. Porque la libertad es suya, no es que nosotros se la concedamos).

Cuando se habla y se piensa y se escribe sobre educación se suele poner el foco en los educadores y menos veces en los educandos. Ellos tienen una parte inexcusable de responsabilidad.

Hace tiempo y no sé dónde leí (o escuché) una anécdota que viene como anillo al dedo para explicar lo que quiero decir. Un profesor recibe una demanda exigente de un alumno para que le explique con más detalle, con más pormenores, de manera desmenuzada y clara el tema que tiene que estudiar. Y, además, le exige que le indique dónde puede encontrar más información.

El profesor le dice que le explicará lo que le pide, pero que será en otro momento. Invita a comer a su alumno y, en los postres, le dice que le permita hacerle un pequeño favor en muestra del aprecio que le tiene. El favor consiste en pelar el melocotón que el alumno va a tomar de postre.

- No, por favor, dice el alumno, yo puedo hacerlo sin dificultad alguna.
- Por favor, insiste el profesor, yo lo haré encantado. Quiero mostrarte mi aprecio.


El profesor monda el melocotón cuidadosamente. Una vez realizada la tarea le dice al sorprendido alumno:

- Permíteme ahora partírtelo en pequeños trozos para que puedas comerlo con facilidad.

- No, por favor, profesor, yo puedo hacerlo solo. Estoy acostumbrado.

El profesor parte el melocotón en pedazos ante la asombrada mirada de su alumno. Y, al terminar, le dice, metiendo un trozo en la boca:

- Permíteme que te lo mastique para que puedas comerlo de manera más fácil.

El alumno comprende lo que le ha querido decir el profesor con la metáfora del melocotón. Avergonzado, se disculpa con rapidez:

- Gracias, profesor Tiene usted razón. Me he equivocado al pedir que recorriese por mí el camino que yo tenía que atravesar en el proceso de mi aprendizaje.

- Sí, amigo, yo no puedo crecer por ti, concluye el profesor.

En el discurso pedagógico se olvida frecuentemente el papel del alumno, como si todo dependiese del quehacer del profesor, de la institución escolar y de la familia. Es cierto que algunos docentes han quemado las mejores ilusiones de sus alumnos por aprender, pero no es menos cierto que algunos alumnos han destruido las mejores intenciones que tenían sus profesores de enseñar. Tendremos mejores alumnos en la medida que haya buenos profesores, pero será más fácil que haya buenos profesores si tenemos buenos alumnos.

Los alumnos tienen su papel, un papel determinante. Porque sólo aprende el que quiere. Cuando un alumno no se esfuerza, cuando no pone nada de su parte, se hace inútil la tarea del profesor.

Hay que insistir en esa parte de la responsabilidad en el éxito escolar. Frecuentemente se atribuye el fracaso a la administración educativa, al profesorado, a la familia, a los medios de comunicación, a la sociedad en general, pero no se piensa en la parte que le corresponde al estudiante. Hay que decirlo así de claro.

El estudiante tiene que ser consciente del privilegio que supone poder estudiar de forma gratuita. Hay muchos niños y jóvenes en el mundo que no pueden disfrutar de él. Tiene que saber lo que cuesta su puesto en una escuela. Tiene que prestar atención a cada explicación o consigna, tiene que tratar bien las instalaciones y los materiales, tiene que esforzarse (porque el estudio requiere esfuerzo) de forma continuada y tiene que respetar a quienes tratan de ayudarle a aprender. En sus manos está una gran parte de la clave del éxito o del fracaso..Tenemos que decírselo así de claro los profesores y profesoras. Y no menos claramente los padres y las madres.

Una biblioteca de Cuentos

Son muchísimos cuentos que te pueden servir para literatura si eres estudiante, para cultura general o para pasar un rato cuando estás stresado/a!!!

 
 
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Poldy Bird
Mar solo
Un llanto azul
Aquella luz
Que el amor sea suficiente
La Huella
El hilo que conecta todo
Carta
Cajitas
No quisiera morirme sin volver a verte
Para que el mundo no se quede a oscuras
La palabra que cure las heridas
Como se hace un poema
Buscándonos
La mitad de un recuerdo cada uno
Te cantaré amor para que duermas
Ya vendieron el piano
País de Luz
Pasarán cosas
Un agujero en el zapato
Oscar Wilde
El Príncipe Feliz
Paulo Coelho
Cuidado con los recuerdos...
Cuento de Navidad
El hombre que perdonaba
Ahuyentar los fantasmas
El llanto del desierto
Un cuento de Navidad
Mario Benedetti
El otro yo
Los Pocillos
El sexo de los ángeles
Conciliar el sueño
Jorge Bucay
El elefante encadenado
Animarse a volar
La alegoría del carruaje
Amarse con los ojos abiertos
El oso
Galletitas
El buscador
La cobija
Intentaré ser fresia
Eduardo Galeano
Celebración de la fantasía
La función del arte I
La dignidad del arte
Para la cátedra de literatura
Los adioses
La puerta
El mundo
El diagnóstico y la terapeuta
Palabras
La desmemoria4
La yerba mate
Historia de tres mujeres
Eladio Bulnes Jiménez
Ayer
Deepak Chopra
El sendero del mago
Oliverio Girondo
El lado oscuro del corazón
Silvina Ocampo
Amada en el amado
Jaime Sabines
Me encanta Dios
Julio Cortázar
Casa tomada
Lazos de familia
Instrucciones para llorar
Los Parques
Aplastamiento de las gotas
Horacio Quiroga
El almohadón de plumas
Juana de Ibarbourou
Puñados de Polvo
Vestidos nuevos
Enrique Mariscal
La casa de los mil espejos
El corcho
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Caminos del corazón
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Mi vida con la ola
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Las almas de los hombres cuando mueren
Las llaves únicas
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La travesura
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Jonás Diego Villarrubia Ruiz
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Sobre los hijos
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