Los hijos de los días es el nuevo libro publicado por el escritor uruguayo Eduardo Galeano al cual ya le reseñamos sus comentarios ilustrados de Los sueños de Helena. Parece ser que es en la brevedad donde últimamente está demostrando su gran literatura pues su nueva obra consta de 366 relatos, no superiores a una página ninguno, que con formato de anuario ilumina cada uno de los días del año con una anécdota, opinión, homenaje, o crítica. LEER MÁS
Según cuenta el autor escribió Los hijos de los días “a partir de un testimonio que recogí, de bocas mayas, enGuatemala, hace ya unos cuantos años, y que ahora da título al libro: creen los mayas que somos hijos de los días, hijos del tiempo, y se me ocurrió que de cada día nacería una historia, porque nosotros, los humanitos, estamos hechos de átomos pero también de historias”. Historias no necesariamente grandes ni de personajes fastuosos. Son datos certeros que extraídos de cualquier lugar del mundo alumbran como una linterna la humanidad o la carencia de la misma de sus protagonistas, certeros hitos históricos pese a ser personajes anónimos muchos de ellos.
Adán y Eva, Obama, Rockefeller se codean con los sencillos turistas, enfermos, discapacitados, o pintorescos seres de otros tiempos en su afán de ser cada uno hijo de un día del año, desde enero a diciembre y que, el lector después de devorarlo ávidamente en su total extensión lo sitúe sobre un atril para que jornada a jornada quizás al levantarse puede reflexionar sobre un pensamiento literario que el bueno de Galeano le otorga.
Este libro tiene la forma de un calendario.
De cada día, nace una historia